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olores como a miel o hule quemado alertan sobre posibles daños en el carro

Música clásica y pop, las más recomendadas mientras conduces

Corina minero tegucigalpa Una de las prácticas más comunes que se hacen al subirse al carro y conducirlo es encender la radio para sintonizar noticias o música, pero se debe tener en cuenta qué tipo de música es la más conveniente, porque cada una tiene un impacto emocional en las personas.

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Corina minero tegucigalpa Tener un carro es una gran responsabilidad y por ello se debe permanecer alerta en todo sentido. Hay que aprender a identificar las fallas que puede presentar y desarrollar al máximo el sentido del olfato para darse cuenta de posibles problemas. presta atención a estos olores:

Se deben realizar chequeos periódicos en el taller mecánico y evaluar todos los aspectos, así se podrán anticipar problemas que pueden presentarse de forma inesperada.

El mecánico Noel Ordóñez compartió a tunota algunos olores que, por muy extraños que parezcan, pueden decir mucho.

1. Huevo podrido. En caso de que tu carro huela a ‘huevo podrido’ es que probablemente tenga fallas con el paso del motor al convertidor catalítico.

“Esto ocurre porque se está haciendo mal la combustión en el motor. Generalmente, el convertidor catalítico debería transformar los gases venenosos, pero con esta falla le es imposible convertir el sulfuro de hidrógeno en el escape al dióxido de azufre correctamente”, explicó.

2.Miel quemada. El olor a caramelo o miel quemada surge cuando hay una fuga en el sistema de refrigeración. Para corroborar esto, debes ver si la aguja del reloj de temperatura del tablero marca por encima de la mitad o si el líquido del refrigerante no se encuentra en el nivel adecuado. Si es así, lleva de inmediato tu carro al taller mecánico.

3.Humo. Uno de los olores más comunes en el medioambiente es el humo, sobre todo en las ciudades urbanizadas, pero en el caso de los carros, el olor a humo del escape es básicamente sinónimo de que algo se está quemando. Si esto pasa, hay que detener la marcha y abrir las ventanas de inmediato, pues seguramente los gases del escape se estén filtrando a la cabina del conductor a través de un agujero o una pieza interna defectuosa del sistema general del carro.

4. Gasolina. Uno olor muy típico es el de la gasolina, este avisa de fallas o fugas en la línea del inyector de combustible o en el tanque de gasolina. En este caso, lo ideal es estacionarte de inmediato, pues es uno de los pocos casos en que corres el riesgo de un incendio.

5. Hule quemado. Es considerado como el olor más desagradable y penetrante. A muchas personas que tienen sensibilidad a los olores les puede causar dolor de cabeza.

Este olor a hule quemado no debe confundirse con el del embrague, aunque puede hablar de varias cosas, como quizá una frenada muy fuerte o bien fallas en las mangueras de refrigeración. Así que mejor detente y lleva tu carro con el mecánico de tu confianza.

Se viaje solo o acompañado, la música es imprescindible y se ha convertido en una necesidad, ayudando a mantenerse despiertos durante el trayecto.

Pero no en todos los casos es igual, pues si se encuentra triste y se reproducen canciones que alimenten este sentimiento podría afectar mucho, al punto de que deba detenerse y no continuar manejando, ya que podría ser peligroso al no tener un dominio total de lo que se hace en ese momento, comentó a tunota la psicóloga Julissa López.

“Esto tiene que ver mucho con la concentración y es en este punto donde es preciso preguntarse ¿La música que escucho al volante es la adecuada? ¿Qué sentimientos alimenta? ¿Me desconcentra al punto de olvidarme de que estoy manejando y me traslado a otro lugar?”, detalló.

Con la forma tan veloz en que avanza la tecnología, ya se han realizado estudios formales sobre el efecto de la música en la conducción de carros, como el realizado por la Universidad St. John’s de Newfoundland de e fectos y resultados. Generalmente, la elevación cardiaca se debe a que, si el ritmo de la canción es rápido, el conductor tiende a pisar más el acelerador. Asimismo, si el volumen de la canción es más alto, la capacidad de atención del conductor se reduce.

Canadá, mismo que revela que el ritmo de la música es lo que realmente afecta el pulso cardíaco y la actividad cerebral de las personas.

Según la empresa Populus, de Reino Unido, los conductores que escuchan música rock al volante tienen más probabilidad de sufrir un accidente, mientras que quien escucha música pop tiene menores chances de sufrir problemas al volante.

Por otra parte, el estudio de la universidad canadiense no recomienda escuchar música jazz, ya que ‘aumenta la indisciplina al volante y con ello las infracciones, al estar más atentos a la música que a las señales’. Según la psicóloga Vicky Williamson, de esa misma universidad, la mejor música para conducir sería una mezcla de música clásica y pop, pues en el caso de esta última, al ser repetitiva, la gente tiende a saberse la letra de memoria, por lo que ocupa menos espacio en la mente del oyente. Además de que su tiempo es similar al del corazón; es decir, entre 60 y 80 latidos por minuto.