Las danzas de la muerte y la carnavalización cinematográfica1
La carnavalización literaria, llevada al cine2, es la que presenta influencias
del folclor carnavalesco, como señala Bajtín (2005), es decir, el mundo al
revés, el diálogo trasladado de la tierra al cielo o a los infiernos, la risa, los
muertos y el contacto libre y familiar, el doble destronador, lo escatológico.
Desde Barlaam y Josafat, De contemptus mundi de Inocencio III, Les Vers
de la Mort (ambos del siglo XII), Dit de Trois Morts et Trois Vifs (siglo XIII) y los
poemas del Vado mori (siglo XIV), hasta los frescos, impresiones o manuscritos
de la Totentanz, los macabeos en el Cementerio de los Inocentes de París
(1424), Guyot Marchard, Saint Victor, Holbein, la Danza de la Muerte francesa,
el Llamado a Cada Hombre y el Prólogo sobre la Muerte polaco, las danzas
macabras implican necesariamente la ruptura de un límite entre ambos mundos
y dos perspectivas. Su trascendencia iconográfica se hace evidente en films
tan dispares como las comedias El cadáver de la novia (Gran Bretaña, Tim
Burton, 2005), El sentido de la vida (Gran Bretaña, Terry Gilliam, 1983) y La
muerte le sienta bien (EEUU, Robert Zemeckis, 1992); las aterradoras La
máscara de la muerte roja (Gran Bretaña, Roger Corman, 1964) y La noche de
los muertos vivos (EEUU, George Romero, 1968) y sus secuelas, y los dramas
¿Conoces a Joe Black? (EEUU, Martin Brest, 1998), El séptimo sello
(Bergman, 1957) y Northfork (EEUU, Michael Polish, 2003), los cuales serán
1
Ponencia presentada y leída en el VIII Congreso Internacional Orbis Tertius de Teoría y
Crítica Literaria, 7 al 9 de mayo de 2012, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, Buenos
Aires.
2
La literatura y el cine se abren al espacio interartístico (Cabo: 383). Frente al paradigma
sociológico de las obras de arte en el espacio del museo, el paradigma retórico se orienta hacia
la música, el cine y el cómic. Así, la recreación, trasposición o traducción se implican en la
adaptación y se plasman en la dimensión icónica y verbal. El cine alumbra un mundo de ficción
como una obra teatral o literaria, y se vale de elementos compositivos y narrativos de otras
1
María Cristina del Solar
tratados brevemente debido a la insuficiencia de tiempo y espacio en la
lectura.3
Los siglos XIV y XV se caracterizan por convulsiones- Guerra de los Cien
Años, la Peste Negra, progresiva desaparición del feudalismo, finalización y
fracaso de las Cruzadas, surgimiento y consolidación de la burguesía, con las
Universidades y las ciudades- y suponen un paso en la toma de conciencia de
la muerte individual que se venía gestando desde tiempos carolingios, y
acentuaron la actitud hacia la “última instancia”. La perspectiva dicotómica del
hombre sobre el mundo se traduce en lo alto y lo bajo, el alma y el cuerpo, la
luz y la oscuridad, la salvación y la perdición, lo sagrado y lo profano, lo serio y
lo jocoso. Las jerarquías establecidas en el plano terrestre son un reflejo de las
celestiales. La fiesta- y con ella la risa y el vino- y la muerte constituyen las dos
grandes igualadoras que permiten ocasionalmente la ruptura de esos límites y
la carnavalización, el mundo al revés.
Si bien los primeros testimonios iconográficos medievales se traducen en la
muerte personificada en el demonio con figura de esqueleto, es por antiguas
tradiciones orientales, paganas y cristianas, que se da paso a la figuración de
la muerte abstracta. Así, Asia Central y Oriental presenta semejanzas con el
arte gótico, y el cuerpo humano aparece en descomposición, los muertos
danzan, todo con la grave y apremiante advertencia sobre la vanidad del
mundo y renuncia a los bienes terrenos manifiestos en los temas búdicos.
A partir del siglo XIII, los eclesiásticos centran su discurso pastoral en el
tema de la muerte y es en 1300 que toma fuerza la noción del “tercer lugar” o
artes, como el teatro, la pintura y, por supuesto la literatura. Así se distinguen lo simultáneo de
la imagen en el encuadre y lo sucesivo del sintagma lingüístico.
2
María Cristina del Solar
Purgatorio, que significa el paso de la mentalidad cristiano-feudal a la
burguesa. El género de las danzas macabras, presente ya desde comienzos
del cristianismo, no tiene sino continuidad, sobre todo en los géneros didácticoliterarios del ars moriendi que vieron la luz con las Danzas de la muerte,
producto de una larga gestación.
Rafael Lapesa (1965) distingue 4 reacciones o actitudes fundamentales:
rebelde; religiosa, burlesca y hedonista4. La religiosa y la hedonista coinciden,
paradójicamente, en carecer de una visión negativa y macabra, con la idea de
consuelo o descanso. La rebelde y la burlesca coinciden en la tragicidad
nefasta. Son los extremos, por ello reducimos a dos, que llamaremos piadosa
(religiosa-hedonista) y trágica (rebelde-burlesca).
La visión piadosa se relaciona sólo con la muerte corporal o física (“muerte
primera”), quizá más esperanzada en el más allá, y asociada a las figuras de
los estamentos superiores, oratores y bellatores: en cine, da como resultado el
drama y la comedia. En el siglo XIV, la concepción religiosa del mundo, del
cuerpo, de la vida y de la muerte va cediendo ante la visión profana, y el trance
supremo se torna una realidad angustiosa. La jerarquía tradicional de los
valores es cuestionada. El estamento privilegiado de los bellatores busca
consuelo en el culto al honor y la gloria. Es la fama la hermana menor de la
vida eterna.
Otros filmes a considerar: Betelgeuse (EEUU, Tim Burton, 1988); Sexto sentido (EEUU, M.
Night Shyamalan, 1999); Los otros (España-Francia-EEUU, Alejandro Amenábar, 2001); Sexto
sentido (EEUU, M. Night Shyamalan, 1999);
4
Rebelde: por la cual se reprocha a la muerte, se la considera implacable y pavorosa
destrucción; no se ve nada positivo, no se sabe de ella cuándo llega, causa horror y hace
estragos en el cuerpo; es enemiga del mundo, y éste y la vida se unen para oponérsele;
religiosa: por la que se muestra una actitud devota y esperanzada en la vida ultraterrena; todo
en el mundo es inseguro, banal y ficticio; la muerte es promotora del pecado y a la cual venció
Cristo; burlesca: se presenta con diversión, humor y sátira para vencer el miedo, sobre todo en
parodias, hedonista: el fin último es una liberación para quienes no sienten apego a la vida,
3
3
María Cristina del Solar
En ¿Conoces a Joe Black? (EEUU, Martin Brest, 1998)5 como en El séptimo
sello (Bergman, 1957)6 la danza se inicia con la dilación de la instancia final.
Entretener a la muerte, encarnada en una figura masculina, se hace imperativo
para el carpe diem. Ambos morituri son representantes del estamento superior,
caballero empresario o cruzado, de allí su relación con Jorge Manrique y las
Coplas. Retrasar el momento constituye el motivo. El cruzado lo hace jugando
al ajedrez; el empresario, compartiendo la cotidianeidad de su casa, negocios
y pasatiempo. La carnavalización tiene lugar en la escena de la clínica,
mientras la muerte dialoga con la anciana afroamericana en un primer plano.
La jerga de la mujer es ajena al terreno lingüístico monológico y se abre a la
heteroglosia. El final está en el agasajo al Sr. Parrish por su natalicio (anverso
de su fallecimiento); se muestra en el encuadre de campo larguísimo, con un
cielo nocturno plagado de luces de artificio.
En Northfork (EEUU, Michael Polish, 2003)7, recreado en la década de 1950,
el pueblo será inundado por una represa y los empleados de la empresa
hidroeléctrica lo recorren para convencer a los últimos habitantes de abandonar
el lugar. También aquí son hombres, de traje, y con la curiosa “escarapela” de
una pluma blanca. La carnavalización aparece, incluso, en la negativa de un
pueblerino a dejar su casa, por lo tanto, la vida. Además, la muerte de un niño
enfermo es la clave trágica: sus padres adoptivos devuelven a Irwin al hospicio
abandonado del pueblo, y es el padre Harlan, quien decía que el pequeño era
un ángel, se queda asistiéndolo en su última instancia. Tres ángeles lo
encuentran, uno de los cuales es la madre. Frente a la desesperación y
para el estoico y para el místico, pues hay desesperación y cansancio de vivir manifiesto es un
deseo de la vida temporal activa
5
Joe Black-Brad Pitt; Sr. Parrish- Anthony Hopkins; Susan Parrish- Claire Forlani
6
Antonio, caballero cruzado- Max Von Sydow; Juan, escudero; José, el juglar.
4
María Cristina del Solar
convulsión de fe del sacerdote por la muerte de un niño, se alza la esperanza
de luz en el renacer. En estos films dramáticos, la muerte no aterra: duele y
entristece.
Por otra parte, la visión trágica (rebelde-burlesca) está íntimamente ligada
con la muerte espiritual o anímica (“muerte segunda”), terrible, fruto del pecado
y la condena eterna. Es característico de los estamentos más bajos, los
laboratores, entre los cuales pesa más la superstición que la religión. La visión
trágica es la de los burgueses, y se encuentra en la comedia y el terror: El
cadáver de la novia (Gran Bretaña, Tim Burton, 2005)8, El sentido de la vida
(Gran Bretaña, Terry Gilliam, 1983)9 y La muerte le sienta bien (EEUU, Robert
Zemeckis, 1992)10. El escepticismo, el descreimiento y al escarnio son las
reacciones usuales frente a lo irremediable; la risa desacraliza, el velo del
temor cae y se facilita la aceptación.
La cinta de Burton, con el motivo de la mujer rediviva mágicamente, es, en
realidad, una danza de los muertos. La cuestión cromática y la iluminación
resulta fundamental para su nivel interpretativo: el mundo de los vivos es de
tonos bajos, escasos contraste y brillo y silencioso; el de los muertos, de tonos
vivos, brillante, colorido y plagado de alegría y canciones. Ambos mundos se
cruzan y se unen en la iglesia, y al terror inicial le sigue la nostalgia y el regocijo
del encuentro: padres e hijos, esposos y esposas, primos y tíos y mascotas se
7
Padre Harlan-Nick Nolte; James Woods; Daryl Hannah
Van Dort- Johnny Depp; Emily- Helena Bonham-Carter; Victoria- Emily Watson.
9
Terry Jones, Eric Idle, John Cleese, Michael Palin
10
Ernest Menville- Bruce Willis; Madeline Ashton- Meryl Streep; Helen Sharp- Goldie Hawn;
Lisl- Isabella Rosellini.
8
5
María Cristina del Solar
reconocen y se abrazan, en una evidente carnavalización y diálogo del
umbral11.
En el film de Zemeckis, la muerte tiene otra apariencia: la de la inmortalidad.
En su figura femenina, sensual, se rodea de mancebos, a la inversa de la
versión medieval, en la cual es un hombre con sus doncellas. La
carnavalización tiene lugar, sobre todo, en la escena de diferentes campos de
encuadre: larguísimo, largo, de media figura y de primer plano del baile y los
“muertos vivos de Hollywood”, Elvis Presley, Marilyn Monroe, Andy Warhol,
entre otros, invitados especiales de la Parca. Cabe destacar que es una danza
de la muerte y una danza de los muertos, cuya igualación no es tal: excluye y
distingue sólo a unos pocos con su bebida inmortal y su divisa en la solapa.
En El sentido de la vida la carnavalización se presenta cuando, a la inversa
de la tradición, son los vivos quienes convidan a pasar a la muerte, cuando
esta llama a la puerta, y a compartir la mesa como un invitado más. En la cena
de amigos, la incredulidad lleva a una esposa a preguntar cómo han ocurrido
tantos decesos a la vez como para ameritar la presencia de la Muerte: el
primerísimo primer plano de la gris y huesuda mano y de la falange muestran,
sin voz alguna, un “pudding”. Todos, literalmente, salen de la cabaña bailando.
Arranz Guzmán (1986) señala la preminencia de la vía visual sobre la
auditiva en las lecturas para ilustrar al cristiano medieval. Los horrores de la
muerte y del Infierno en signos icónicos se difunden más que los cielo, lo que
contribuye en el siglo XV a difundir el género macabro popular y a incrementar
11
El descenso al inframundo y el descubrimiento de ciertas verdades son característicos de
la sátira menipea. Dice Bajtín: “El narrador escucha la plática de los muertos bajo tierra.” (2005:
204). El crítico ruso señala que ya Luciano en Diálogo de los muertos y Menipo o la
necromancia muestran diferentes tipos de conducta de los muertos en un infierno
carnavalizado (208). Así le sucede a Víctor.
6
María Cristina del Solar
el temor, con obsesión en el memento mori, la agonía y al Juicio Final. “Se
temía al destino propio de muerto errante” (115), con gran influencia de
creencias precristianas del control ejercido por los muertos sobre los vivos. Las
imágenes plásticas de cadáveres y gusanos, propio del tópico de putredine
cadaverum, son prodigadas por estatuas funerarias y pinturas religiosas, sobre
todo en el arte y la literatura del siglo XV. Con un fuerte y omnipresente tono
apocalíptico, la figura alegórica de la muerte amenaza al hombre con la
descomposición física e invita a dos hermosas doncellas a ser sus “esposas”.
La danza es siempre colectiva12.
Los filmes de terror plasman en forma tecnológica el tema de la peste. En los
de George Romero y sus respectivas secuelas, es un virus de origen
desconocido o creado por los bellatores del contexto: laboratorios militares. El
motivo del contagio ya aparece en Drácula de Bram Stocker y sus versiones
cinematográficas (junto a otras de vampiros y hombres-lobo) o en Rinoceronte
de Eugene Ionesco. El contagio implica dejar de ser uno individual para pasar a
perderse en la masa, en la colectividad, muchas veces informe, indomable y
agresiva: devoradora. Del caos, del apocalipsis viene la digestión como
aniquilación: ingesta caníbal hablan del terror a la nada y padecer en carne
propia la desintegración. Los filmes La noche de los muertos vivientes (EEUU,
George Romero, 1968) y sus variantes13 no son ya una danza de la muerte,
sino una danza de los muertos. Ya no hay una figura mediadora que invita, de
Con su igualdad social democratizante y lección moral, la danza expresa el descontento popular, sus críticas a la sociedad, a sus abusos y privilegios, e inspira a los humildes a regocijarse con la desgracia de los poderosos y a encontrar en la muerte una última y amarga revancha.
La sensibilidad e irracionalismo extremos muestran que lo macabro es la ilusión de asemejar la
vida después de la muerte a la vida terrestre; así, el Medioevo une ambas, pone a cadáveres
con características de los vivos.
13
El amanecer de los muertos, EEUU, George Romero 1978, y Zack Snyder, 2004; El regreso…EEUU, Dan O’Bannon, 1985; Resident Evil, EEUU, 2002; Exterminio, Gran Bretaña, Danny
Boyle, 2002.
12
7
María Cristina del Solar
diversas maneras, a unirse a un gran número de “otros”, sino esos mismos
“otros”. Según los años (y sus contextos), los filmes y sus respectivos
directores, el motivo del contagio radica en experimentos de laboratorio o en
algo peor: el Infierno está completo, no hay lugar para albergar almas
condenadas y los muertos vagan por la tierra en su aspecto más macabro.
La máscara de la muerte roja (Gran Bretaña, Roger Corman, 1964)14 une el
relato homónimo con “Hop-Frog”, ambos de Edgar Allan Poe. Aquí la Muerte
aparece personificada, y, como en versiones medievales, es hombre. En su
carácter igualador, se muestra feroz para con los poderosos, y compasiva para
con los campesinos: contagia de peste y arrastra el Infierno- se menciona el
satanismo- impiadosa y con su peor rostro: el del propio Próspero; pero juega a
las cartas y entrega una al joven laborator. La carnavalización tiene lugar en el
baile de disfraces: la igualación otorgada por la fiesta abre un umbral a lo
sobrenatural y a la Muerte y esta se hace presente como un invitado más. El
juego de las cartas, así como el de los dados, es una de las características de
la sátira menipea, presente en la de Séneca con el personaje de Claudio, como
señala Bajín (2005: 208). Mientras el príncipe Próspero agasaja a los presentes
dentro de la fortaleza, afuera la peste hace estragos, y se cuela por entre las
rendijas sociales del castillo. Los colores adquieren una carga semántica en los
salones y en los disfraces, y la misma Muerte al final inicia, junto a otras de
otros colores, una danza macabra.
Para sintetizar, la carnavalización en el cine no es sino una ruptura de los
límites y subversión de los valores, a imagen de la carnavalización literaria. La
igualación permite la intervención de elementos y su mezcla que en otras
14
Prospero- Vincent Price
8
María Cristina del Solar
circunstancias hubiese resultado imposible. Sin embargo, la igualación no es
total ni absoluta: hasta en la muerte hay jerarquías, como las hay en el cielo y
el infierno. La imagen habla. Y cuando habla la imagen calla la palabra.
Bibliografía
Álvarez Pellitero, Ana María. "La Danza de la muerte entre el sermón y el teatro", Bulletin Hispanique, Tome 93, N° 1 (1991): 13-29,
Ariés, Philippe y Georges Duby (1992). Historia de la vida privada. La Alta Edad
Media. Madrid: Taurus
Arranz Guzmán, Ana. “Reflexión sobre la muerte en el medioevo hispánico:
¿continuidad o ruptura?”. Revista En la España Medieval, Universidad Complutense de Madrid 8 (1986).
Aurell, Jaume. “La vivencia de la muerte del hombre medieval: entre la precariedad de lo corporal y la durabilidad de lo espiritual”. IV Simposio Internacional SECR, febrero 2003
Bajtín, Mijaíl (1994). La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento. El
contexto de François Rabelais”. Madrid: Alianza
----- (2005). Problemas de la poética de Dostoievsky. México: Fondo de Cultura Económica
Barrio Barrio, Juan Antonio. "La Edad Media en el cine del siglo XX". Revista
Medievalismo. Boletín de la SEEM, N° 15 (2005)
Bermejo, Haydée y Dinko Cvitanovic. “La danza de la muerte: antecedentes
iconográficos y literarios”. Cuadernos del Sur, Instituto de Humanidades,
Univ. Nacional del Sur, Bahía Blanca, enero-junio, 1966
Bühler, Johannes (1946). Vida y cultura de la Edad Media. México: Fondo de
Cultura Económica
Cabanes Jiménez, Pilar. “Algunas notas sobre la enfermedad y la muerte en la
Edad Media”. Revista Espéculo, Universidad Complutense de Madrid, 2005
Cabo Aseguinolaza, Fernando (2006). Manual de teoría de la literatura. Madrid:
Castalia.
Curtius, Ernst Robert (1975). Literatura europea y Edad Media latina. México:
Fondo de Cultura Económica
Danza de la Muerte, La. Códice de El Escorial (ed. Sabas Martín) (2001). Madrid: Miraguano
Deyermond, Alan. “El ambiente social e intelectual de la Danza de la Muerte”.
III Congreso AIH, México, Agosto, 1968
Duarte García, Ignacio (Dr.). “Representaciones de la muerte en la Edad Media
y el Renacimiento”. Dpto. de Anatomía Patológica, U.C. Chile, Vol. 8, N° i, s/f
Duby, Georges (1998). Arte y sociedad en la Edad Media Buenos Aires: Taurus
----- (2006) Europa en la Edad Media Barcelona: Paidós
Fraschini, Alfredo y otros (2000). Corrientes estéticas y culturales. 1. Edad Media. Buenos Aires: Fundación Universidad a Distancia "Hernandarias"/Docencia
García Herrero, Ma. del Carmen y Ma. Isabel Falcón Pérez. "En torno a la
muerte a finales de la Edad Media aragonesa" Revista En la España Medieval, UCM, N°29, 2006, p.156-186
9
María Cristina del Solar
González Montañés, Julio I. Drama e iconografía en el arte medieval peninsular
(Siglos XI-XV) http://www.xente.mundo-r.com/juliomonta/Pdf/Tesis.pdf, consultado en febrero 2012.
Guglielmi, Nilda (1980). El teatro medieval. Buenos Aires: EUDEBA
----- (2000). Aproximación a la vida cotidiana en la Edad Media Buenos Aires:
EDUCA
Heers, Jacques (1988). Carnavales y fiestas de locos. Barcelona: Península
Huete Fudio, Mario. “Las actitudes ante la muerte en tiempos de la peste negra.
La península ibérica. 1348-1500”. Rev. Fac. Letras, Linguas e Literaturas,
Anexo VIII, Porto, 1997,
Huizinga, J. (1974). El otoño de la Edad Media. Estudios sobre las formas de
vida y el espíritu durante los siglos XVI y XV en Francia y los Países Bajos.
Madrid: Revista de Occidente,
Infantes, Víctor (1977). Las Danzas de la Muerte: génesis y desarrollo de un
género medieval (Siglos XIII-XVII). Salamanca: Ediciones Universidad de
Salamanca,
Lapesa, Rafael. “El tema de la muerte en el Libro de buen amor”. II Congreso
AIH, Nimega, 1965
Lawrance, Jeremy. “La muerte y el morir en las letras ibéricas al fin de la Edad
Media”. XII Congreso AIH, Birmingham, Agosto, 1995
Lázaro Carreter, Fernando (Sel.) (1958). Teatro medieval Madrid: Castalia
Lida de Malkiel, María Rosa (1952). La idea de la fama en la Edad Media castellana. México: Fondo de Cultura Económica
Marbán, Edilberto (1961). El teatro español medieval y del Renacimiento. New
York: Las Américas
Mitre Fernández, Emilio. “Una visión medieval de la frontera de la muerte: status viae y status finalis (1200-1348)”. Revista En la España Medieval, UCM,
N°9, (1986).
Molina Zamora, Marco Antonio "La Dança desordenada y su representación"
Universidad Autónoma Metropolitana, México, 1993
Onaindia, José Migue y Fernando Madedo (2008). “Literatura y cine”. Amícola,
José y J. L. de Diego (Dir.) La teoría literaria hoy. Conceptos, enfoques y debates. La Plata: Al Margen, 197-207.
Pallares, Berta. “Las dos orillas. Desde esta orilla”. Revista de Filología Románica, Ed. Univ. Complutense, Madrid, Vol. 24, (2007)
Patch, Howard Rollin (1983). El otro mundo en la literatura medieval. México:
Fondo de Cultura Económica
Pérez Gras, Ma. Laura La danza de la muerte Revista Gramma, Año XI, N.º 31,
pp. 50-60 (junio 1999)
Rey Hazas, Antonio (Ed.) (2003). Ars moriendi de la Edad Media y del Siglo de
Oro. Madrid: Lengua de Trapo
Rodríguez Pelaz, Celia. “La danza de la muerte en los impresos navarros de
los siglos XVI y XVII”. Revista Ondare, Bilbao: N° 18 (1999): 275-317
Royer de Cardinal, Susana (1992). Morir en España (Castilla Baja Edad Media), Buenos Aires: UCA
Sánchez Noriega, José Luis (2000). De la literatura al cine. Teoría y análisis de
la adaptación. Barcelona: Paidós.
Sirera, Josep Lluís (Ed.) (2008). "Estudios sobre teatro medieval" Universidad
de Valencia, Ediciones de la Universidad
10
María Cristina del Solar
Solá-Solé, Josep (1981). “Estudio introductorio”. Dança general de la muerte.
Barcelona: Puvill
Solar, María Cristina del. “La muerte en Libro de buen amor, Coplas de Manrique y La Celestina”. III Congreso Internacional CELEHIS de Literatura, Mar
del Plata, abril 2008
----- “Igualación y danza medieval en La dama del alba de Alejandro Casona”.
XVII Congreso Internacional de Teatro Argentino e Iberoamericano, Buenos
Aires, agosto 2008
Verdon, Jean (2006). Sombras y luces de la Edad Media. Buenos Aires: El Ateneo
----- (2009). Las supersticiones en la Edad Media Buenos Aires: El Ateneo
11
María Cristina del Solar
ANEXO
12
María Cristina del Solar
13
María Cristina del Solar
Drama
¿Conoces a Joe Black? (EEUU, Martin Brest, 1998)
14
María Cristina del Solar
El séptimo sello (Suecia, Bergman, 1957)
15
María Cristina del Solar
Northfork (EEUU, Michael Polish, 2003)
16
María Cristina del Solar
Comedia
El cadáver de la novia (Gran Bretaña, Tim Burton, 2005)
17
María Cristina del Solar
El sentido de la vida (Gran Bretaña, Terry Gilliam, 1983)
18
María Cristina del Solar
La muerte le sienta bien (EEUU, Robert Zemeckis, 1992)
19
María Cristina del Solar
Terror
La noche de los muertos vivos (EEUU, George Romero, 1968 y sus secuelas: El amanecer…
EEUU, George Romero 1978 y Zack Snyder, 2004; El regreso…EEUU, Dan O’Bannon,
1985; Resident Evil, EEUU, 2002; Exterminio, Gran Bretaña, Danny Boyle, 2002; la serie
The walking dead, EEUU, 2011)
20
María Cristina del Solar
La máscara de la muerte roja (Gran Bretaña, Roger Corman, 1964)
21
María Cristina del Solar
22
María Cristina del Solar