Notas / Notes
Las copias manuscritas de F.L. Goiti y B. Sombigo
del «Libro de traças de cortes de piedras» de Alonso de
Vandelvira: análisis comparativo de algunos aspectos
de su realización*
María ARANDA ALONSO
(Universidad Técnica de Dresde)
Resumen
La estereotomía fue una rama fundamental para el diseño y talla de
elementos arquitectónicos realizados en piedra. En el tratado de Alonso de
Vandelvira se puede ver la secuencia teórica de los ejercicios geométricos que
canteros y arquitectos tenían a su disposición para la planificación de
estructuras y edificios. Hasta el momento este tratado ha sido valorado
únicamente por sus contenidos. A partir del análisis codicológico de las dos
copias manuscritas conocidas más completas por las que se conoce el tratado,
este artículo pretende introducir otros aspectos en la discusión sobre el
desarrollo de los ejercicios.
Palabras clave: Estereotomía; Cantería; Tratadística de tipo técnico;
Geometría; Traza; Manuscrito; Vandelvira, Alonso de; Codicología.
* Este artículo forma parte de la Tesis Doctoral de la autora, dirigida por Dr. David
Wendland en la Facultad de Humanidades de la Universidad Técnica de Dresde.
Titivillus, ISSN 2387-0915, ISSN-e 2603-9966, 4 (2018), pp. 139-151
Recibido: 2017-11-03. Aceptado: 2018-01-29
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María Aranda Alonso
A Comparative Analysis of Some Aspects of F.L.
Goiti’s and B. Sombigo’s Manuscript Copies of
Alonso de Vandelvira’s «Libro de traças de cortes de
piedras».
Abstract
Stereotomy was a fundamental branch of the design and carving of
architectural features in stone Alonso de Vandelvira’s treatise allows us to
study the theoretical geometrical exercises available to stonemasons and
architects when planning structures and buildings. Up to now this treatise has
been studied exclusively for its content. This paper draws upon a codicological
analysis of the two most complete copies known of the treatise in order to
introduce other aspects of those exercises’ evolution.
Keywords: Stereotomy; Stonework; Historical technical texts; Technical
drawing; Manuscripts; Vandelvira, Alonso de; Codicology.
Introducción
Hasta el siglo XIX la estereotomía fue una de las principales ciencias que
todo maestro de obras o arquitecto debía dominar para ejercer su trabajo
correctamente. La enseñanza de este saber se basaba en el aprendizaje de una
sucesión de ejercicios geométricos relativamente constante a lo largo de los
siglos.1
El tratado del arquitecto andaluz Alonso de Vandelvira «Libro de traças
de cortes de piedras», redactado entre ca. 1575-1591, tiene una importancia
primordial para la historia de la construcción en Europa. Se trata del primer
tratado conocido dedicado enteramente a la estereotomía y supera muy
ampliamente en contenidos a los dos capítulos sobre cantería incluidos por
Philibert de l’Orme en su libro «Le premier tome d’architecture».2
1 Jean-Marie PEROUSE DE MONTCLOS, L’architecture à la française, Paris, Picard, 1982. José
Carlos PALACIOS GONZALO, Trazas y cortes de cantería en el Renacimiento español, Madrid,
Ministerio de Cultura, 1990. Enrique RABASA DÍAZ, Forma y construcción en piedra. De la
cantería medieval a la estereotomía del siglo XIX, Madrid, Ed. Akal, 2000.
2 Philibert DE L’ORME, Le premier tome d’architecture, Paris, Federic Morel, 1567. Este tratado
ha sido considerado erróneamente como el texto pionero en el cual se basaron otros
autores como Vandelvira. Estudio comparativo entre ambos tratados: María ARANDA
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El objetivo de las explicaciones de los casi ciento cincuenta ejercicios que
ilustran el tratado de Vandelvira era obtener las plantillas y ángulos necesarios
para la talla de las dovelas que conforman elementos complejos en piedra.
Arcos, bóvedas o trompas conforman alguno de los capítulos más relevantes.
Aunque Alonso de Vandelvira3 participó en obras destacadas de la
arquitectura española como la Lonja de Sevilla es sin duda su padre, Andrés de
Vandelvira, el que ha pasado a la historia como arquitecto destacable. De
hecho muchas de las soluciones que encontramos entre las páginas de este
tratado fueron puestas en práctica de forma original por Andrés en edificios
como la catedral de Jaén o la Sacra Capilla del Salvador en Úbeda (fig. 1).
Al contrario que otros tratados del siglo XVI, dedicados a aspectos
generales de la arquitectura como por ejemplo los de Serlio4, el de Vandelvira
no llegó a ver nunca la luz. Su temática tan específica probablemente no fue
vista por los editores como un tema que pudiera ser comercializado
fácilmente. Paralelamente el alto contenido de dibujos implicaba una gran
inversión que no estaba al alcance de la mayoría de los impresores.
Esta riqueza de contenido propició sin embargo su divulgación entre los
círculos de expertos a partir de copias manuscritas. Es, de hecho, únicamente
gracias a las dos copias realizadas en el siglo XVII que se van a analizar
seguidamente por las que hoy se puede discutir con mayor precisión sobre el
contenido del tratado original de Vandelvira5 (figs. 2-3).
Debido a que el manuscrito original redactado por Vandelvira no se ha
conservado, la valoración completa de la fidelidad de estas copias no puede
ser totalmente objetiva. No obstante, la similitud entre ambos ejemplares,
tanto en los textos como en dibujos, es tan grande que permite especular
sobre una procedencia inicial común.
En 1977, la edición facsímil del tratado editada por Barbé-Coquelin de
Lisle6 consiguió despertar el interés de muchos investigadores. La
ALONSO, «Alonso de Vandelvira y Philibert de l’Orme. Dos tratados, dos maneras.»,
BSAA arte, 81 (2015), pp. 99-121.
3 Fernando CRUZ ISIDORO, Alonso de Vandelvira (1544-ca.1626/7) Tratadista y arquitecto
andaluz, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2001.
4 Sebastiano SERLIO, Tutte l’opere d’architettura, Venecia, 1600 (Libro IV, Órdenes, Venecia
1537, Libro III, Antigüedades de Roma, Venecia, 1540, Libros I y II, Geometría y
perspectiva, Paris, 1545; Libro V, Templos, París, 1547; Libro estraordinario, Puertas, Lyon,
1551; Libro VII, Fráncfort, 1575; I sette libri dell’architettura, Venecia, 1584).
5 En la Biblioteca Nacional se conserva también el manuscrito Fragmentos de dibuxos y
discursos de arquitectura de Alonso de Vande Elvira copiados [tachado] ordenados acaso por Felipe
Lázaro de Goiti (Mss/12744). A pesar de que sus páginas contienen el desarrollo de algunos
ejercicios similares a los del tratado, no se ha tenido en cuenta para la comparación ya que
sus explicaciones son muy diferentes a la sucesión presentada en los manuscritos objeto de
este artículo. Este manuscrito Mss/12744 parece más un cuaderno de práctica, pruebas y
notas que un manual didáctico.
6 Geneviève BARBÉ-COQUELIN DE LISLE, El tratado de Arquitectura de Alonso de Vandelvira,
Albacete, Castalia, 1977; incluye facsímil del Ms.de Bartolomé Sombigo y Salcedo 1670 [¿],
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inaccesibilidad a la consulta de los manuscritos o el desuso de los difíciles
conceptos geométricos de los que trataban habían provocado su olvido.
Uno de los estudios más destacados es el realizado por J. C. Palacios
presentado en su libro «Trazas y cortes de cantería en el Renacimiento
español»7 donde se analizaron e ilustraron una gran parte de los ejercicios del
tratado. Hasta nuestros días el interés de los arquitectos sigue centrado
principalmente en el entendimiento de la geometría que esconden estos
ejercicios, sin embargo los manuscritos aún ofrecen más aspectos.
El objetivo de este artículo es por lo tanto hacer una breve aproximación
al tratado desde el punto de vista de sus características como objeto físico. Se
debe tener en cuenta que estos procesos geométricos nacieron originariamente
para ser realizados a escala real al pie de la obra, con lo cual, el hecho de tener
que plasmarlos a una escala tan reducida como la que proporciona el formato
del papel, debió suponer un reto. A través de la observación de las líneas
ciegas y de un análisis codicológico se van a discutir otros aspectos que
describen el trabajo y las aptitudes del tracista desde otro punto de vista.
Características generales de las dos copias del tratado.
Barbé-Coquelin de Lisle fue la primera en hacer especial hincapié en la
existencia de estas dos copias del tratado de Vandelvira.8 A través de los
breves comentarios de la autora, la realización se localizó en el entorno de la
catedral de Toledo y se comenzó a valorar su contextualización. De esta forma
se dejaba claro que aún en el siglo XVII la transmisión de información a partir
de manuscritos seguía teniendo presencia en la sociedad.
La copia de Felipe Lázaro de Goiti (1646), Biblioteca Nacional de España.
Madrid. Mss/12719.
El arquitecto Felipe Lázaro de Goiti finalizó su copia del tratado el 3 de
febrero de 1646, según indica en su dedicatoria al cabildo catedralicio. Este
ETSAM: RAROS 31. Recientemente se ha reeditado una nueva versión facsímil. Alonso
DE VANDELVIRA, «Libro de traças de cortes de piedras», ca. 1575-1591, (J. C. PALACIOS
GONZALO, Facs. Ms.de Bartolomé Sombigo y Salcedo [ca. 1671?], ETSAM: RAROS 31, Madrid,
Instituto Juan de Herrera, 2015.) Otros manuscritos de cantería comentados por la autora
en capítulos posteriores, como el Mss/12686 o el Mss/9114 de la Biblioteca Nacional, se
pueden encuadrar en la corriente general de transmisión de la ciencia de la estereotomía.
Sin embargo, la inclusión de algunos ejercicios similares no implica automáticamente un
vínculo directo con el tratado de Vandelvira.
7 PALACIOS GONZALO, Trazas y cortes de cantería en el Renacimiento español.
8 BARBÉ-COQUELIN DE LISLE, El tratado de Arquitectura de Alonso de Vandelvira, pp. 21-28.
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dato sitúa la redacción en los primeros años de su actividad como maestro
mayor de la catedral de Toledo, cargo que ejerció entre 1643 y 1653.9
El manuscrito contiene un total de 119 folios y posee una encuadernación
realizada en pergamino.10
Precediendo al bloque de ejercicios geométricos propiamente vinculados
al tratado de Vandelvira, Goiti introdujo una dedicatoria, un prólogo y unos
poemas. Este orden y estructura, junto una letra clara y una buena
presentación parecen desvelar que era un ejemplar preparado para ser
entregado a la imprenta.11 Este deseo también fue expresado por el copista en
algunos comentarios incluidos en el prólogo. A pesar de ello, este manuscrito
ha pasado siempre más desapercibido por tratarse de la copia menos completa
de las dos12 (figs. 2-4).
La copia de Bartolomé Sombigo y Salcedo (ca. 1671?), Biblioteca de la Escuela
Técnica Superior de Arquitectura. Universidad Politécnica de Madrid, RAROS
31.
El estudio de este volumen es mucho más complejo que el anterior. Su
estado actual es fruto de una reencuadernación posterior. Las tapas poseen en
ambos planos una decoración con doble encuadramiento. El exterior se realiza
con la aplicación de una rueda ancha perfilada por dos hilos gofrados. El
interior posee un escudo heráldico real y hierros sueltos dorados con motivos
vegetales en las esquinas. Las entrecalles se adornaron con flores en las
esquinas y composición con hierros en el centro.
El ejemplar contiene actualmente un total de 155 folios.13 El cuerpo del
manuscrito con los contenidos expuestos por Vandelvira ocupa la mayor parte
de ellos. La portada e introducción que preceden a este cuerpo fueron
claramente añadidas tras la muerte de su copista Bartolomé Sombigo acaecida
Diego SUAREZ QUEVEDO, «Felipe Lázaro de Goiti y sus manuscritos de cantería de la
Biblioteca Nacional (Madrid). Una aproximación a autor y obra en su contexto», Anales de
Historia del Arte (2002), 129-148.
10 Medidas: 42,6 x 29,9 x 2,8 cm. Título: «Libro de cortes de cantería de Alonso de Vanelvira,
arquitecto. Sacado a la luz y aumentado por Philipe Lázaro de Goiti, arquitecto, Maestro Mayor de
Obras de la Santa Iglesia de Toledo primada de las Españas y de todas las de su arçobispado. Dirigido a
su ilustrísimo Cabildo. Año 1646. », p.1.
11 BARBÉ-COQUELIN DE LISLE, El tratado de Arquitectura de Alonso de Vandelvira, pp. 21.
12 Goiti omite un total de 39 ejercicios englobados principalmente bajo los epígrafes de
bóvedas de planta oval, bóvedas por cruceros y decoración de bóvedas. En contraposición
el arquitecto decidió añadir un apartado de dibujos modelo para portadas y otros
ornamentos.
13 Medidas: 36,6 x 25,6 x 3,6 cm. Título: «Exposición y declaración sobre el tratado de cortes de
fábrica que escribió Alonso de Vandelvira por el excelente e insigne architecto y maestro de architectura
don Bartolomé de Sombigo y Salcedo, Maestro Mayor de la Santa Iglesia de Toledo.», portada.
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en 1682 (probablemente en el mismo momento en el que se realizó la nueva
encuadernación). Únicamente gracias a este dato la copia ha podido ser
asociada a este arquitecto14 que también gozó del cargo de maestro mayor de
la catedral de Toledo entre 1671 y 1682.15
Por contener mayor número de trazas geométricas, esta copia ha sido
hasta ahora la más valorada y por ello la elegida para la realización de los
facsímiles del tratado. Paralelamente ha sido también la más criticada por su
aspecto desordenado y su caligrafía rápida y poco legible, aunque estas mismas
características podrían estar indicando un uso más personal y privado (figs. 35).
Comparación de algunos aspectos generales de la codicología
Un análisis codicológico supone valorar y describir en profundidad un
gran número de aspectos en torno al manuscrito como soporte físico y medio
de transmisión de conocimientos.16 Las diferencias o similitudes que se
observan cuando se realiza una comparación entre ambas copias pueden
ayudar a reflexionar sobre las generalidades de la época, los rasgos personales
en la manera de dibujar o las singularidades a la hora de organizar el trabajo
por parte de cada copista. A continuación se exponen sólo alguno de los
aspectos que han aportado datos relevantes.
Colación
La elección del formato del papel, la organización de la composición y el
método de cosido son factores que pueden estar completamente vinculados a
las exigencias del contenido del manuscrito.
Una vez analizado el proceso de realización de los ejercicios geométricos
resulta difícil pensar que se trabajase sobre un soporte cosido de antemano. La
limitación parcial de la apertura y la presencia del cosido restringirían el
movimiento del las reglas, de las escuadras y del compás. La «capilla
perlongada escarzana por hiladas cuadradas» es uno de los numerosos
ejemplos de esta incompatibilidad en la ejecución (figs. 2-3). Para realizar este
dibujo se necesitan medidas y centros que se encuentran fuera de la superficie
de trabajo que disponemos si el bifolio está plegado y unido a otros. A
mayores se ve que el trazo del dibujo está muy ajustado hacia el interior de la
14 BARBÉ-COQUELIN DE LISLE, El tratado de Arquitectura de Alonso de Vandelvira, pp. 24-26.
La datación no está clara. Es probable que se produjera entorno al comienzo de su
actividad en la catedral y por ello se toma la fecha entorno a 1671.
15 José María RODRÍGUEZ MARTÍN, El arquitecto toledano Bartolomé Sombigo y Salcedo (16201682), Toledo, 1984.
16 Elisa RUIZ GARCÍA, Introducción a la codicología, Madrid, Fund. Germán Sánchez Ruipérez,
2002.
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encuadernación. Esto sería imposible de trazar si el dibujo no hubiera podido
continuar en la otra mitad del bifolio, como claramente ocurre en el folio 10v.
de la copia de Sombigo.17
Todos estos indicios muestran que el trabajo con bifolios individuales
estirados sobre una superficie plana era la única opción de trabajo para estos
copistas. Esta forma de dibujo proporciona además otras dos ventajas. Por un
lado evita el traspaso de manchas de tinta (frecuentes en Sombigo por otras
causas (fig. 5)) y puntadas de compás entre unos folios y otros. Por otro
proporcionaba al copista la seguridad de poder desechar el folio sin
consecuencias para la secuencia del conjunto en el caso de producirse errores
relevantes.
Determinar la colación en el manuscrito de la Biblioteca de la Facultad de
Arquitectura ha sido una ardua tarea porque el cosido dificulta
considerablemente su estudio. Tras el análisis se podría afirmar que cada
bifolio está cosido de forma independiente. En unas ocasiones este bifolio se
une directamente a los nervios del lomo a partir de un cosido en su pliegue.
En otras, los bifolios forman un fascículo cosido a diente de perro antes de
unirse en su conjunto a los nervios. Ambas opciones son bastante
independientes de la distribución de los capítulos del tratado.
El manuscrito de la Biblioteca Nacional también presenta fascículos
formados con bifolios que se han podido analizar porque la encuadernación lo
permite más fácilmente. Sin embargo, el cosido de estos fascículos,
organizados aproximadamente según el contenido del tratado, no se puede
reconocer porque las portadas están pegadas al primer folio. Este hecho
sugiere que las portadas fueron añadidas una vez que el cuerpo del manuscrito
compuesto por los ejercicios geométricos estaba terminado.
Un cuadernillo compuesto por varios bifolios según el método tradicional
implica una buena organización previa para asegurar la sucesión de los
contenidos. Tras su análisis parece que tanto Goiti como Sombigo se
ahorraron esa complicada planificación pero aún así se observan varios errores
en el orden. En Sombigo se encuentran algunas alteraciones de la secuencia
didáctica provocadas por la realización del plegado de varios bifolios en la
dirección contraria.18 En Goiti el único error proviene directamente de un
fallo en la distribución del orden de los ejercicios.19
Ejercicio de la «pechina en viaje escarzana». Las últimas plantillas del intradós se cortan
al llegar al cosido y reaparecen en el folio 11r. Casos similares no se presentan en la copia
de Goiti de la Biblioteca Nacional.
18 Los errores sólo son tres y se deben a una mala encuadernación. Se encuentran en los
folios (24-25); (40-41) y (82-83).
19 Este fallo es más grave. La alteración del orden se produce en el ejercicio de la «Peçhina
torre redonda llamada de trompa de Montpellier». Este ejercicio cuenta con dos láminas.
La primera debería ir en la página 20 y se encuentra en la 16. Goiti realiza una nota al
margen para avisar al lector del fallo.
17
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Pautado
Antes de comenzar a dibujar o escribir, el copista podía recurrir a la traza
de un pautado con el uso de una punta seca o punzón. Este proceso dejaba
una huella sobre el papel, casi imperceptible para el lector, pero de gran ayuda
a la hora de organizar las zonas de trabajo.
El desarrollo concienzudo de este proceso, es la razón principal por la
que la copia de la Biblioteca Nacional transmite desde el primer folio mayor
cuidado y esmero. Goiti trazó sin excepción un pautado directo a la antigua.20
La caja de justificación realizada se compone únicamente a partir de las líneas
maestras que recorren verticalmente la longitud del papel. Los márgenes que
se generan no tienen una anchura estandarizada pero las distancias tomadas
son siempre cómodas para la lectura. Estas líneas de justificación sirven
también en numerosas ocasiones como soporte del dibujo geométrico.
Las líneas rectrices para el apoyo del texto coinciden casi siempre con el
número exacto de renglones que necesita cada explicación. Los apoyos del
compás sobre las líneas de justificación necesarios para trazar estas líneas se
aprecian frecuentemente. Sin embargo, a lo largo de la copia, se percibe el
interés del copista por disimular con la escritura todas estas referencias y
apoyos.
A excepción de los primeros 16 folios y la tabla de contenidos final,
donde se observan las líneas de justificación verticales, Sombigo no ha
realizado ningún tipo de preparación sistemática del pautado. El copista
procura durante la redacción, justificar los renglones pero evidentemente la
falta de líneas de referencia sigue siendo notable en cada página. Este hecho
podría ser otro indicio que muestra el carácter de uso privado de la copia.21
Un aspecto común en ambos arquitectos es la presencia de un eje central
vertical, que sirve de eje simétrico de los ejercicios, localizados la mayoría de
las veces en la parte inferior del folio (figs. 4-5).
La traza del dibujo
Tras la observación de los originales de las copias se observa que la
elaboración de estos dibujos fue llevada a cabo con recursos similares a los de
la traza a escala real a pie de obra.22 El compás de dos puntas, la escuadra y la
20 Generalmente sólo por el recto. Sólo si el texto se encuentra únicamente en el verso,
entonces la caja de justificación se realiza en ese lado.
21 El gramaje del papel de esta copia es inferior al de la copia de la Biblioteca Nacional.
Esto pudo ser otro de los motivos para no trazar el pautado. En muchos folios el eje
central rasgado ha provocado debilitación, e incluso, rotura del papel.
22 Fernando MARÍAS FRANCO, «Trazas, trazas, trazas: tipos y funciones del dibujo
arquitectónico» en Javier GÓMEZ MARTÍNEZ, Miguel Ángel ARAMBURU-ZABALA HIGUERA
(coord.), Juan de Herrera y su influencia: actas del simposio, Camargo, 14/17 julio, 1992, Santander,
Fundación Obra Pía Juan de Herrera, Universidad de Cantabria, 1993, pp. 351-360. José
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punta seca seguían siendo por lo tanto las herramientas imprescindibles para la
traza.23 A partir de ellas se realizaba un dibujo ligeramente rasgado sobre el
papel que servía de base para el posterior dibujo en tinta.
El estudio intensivo de estas líneas ciegas sobre el manuscrito permite
acercar al lector a las fronteras con las que se encontraron los copistas. La
realización de líneas paralelas o la traza de curvas son algunos de los aspectos
que deben concebirse de forma diferente al cambiar el soporte, la escala y la
materialidad.
Sorprendentemente se observa que la presencia de huellas de traza en
ambos manuscritos es relativamente escasa en comparación con las que el
dibujo realmente requeriría para su desarrollo. Una parte del trazo quedó
cubierta en el momento en el que el dibujo se pasó a tinta. Otras líneas
auxiliares como las necesarias para trazar divisiones o hallar centros
simplemente no se realizaron (figs. 4-5).
Si se comparan las medidas básicas entre ambos manuscritos se observa
que en aproximadamente un 94%24 de los casos las medidas no se diferencian
más de dos milímetros.25 Esto nos hace pensar que una gran parte de las
medidas necesarias se tomaron directamente del original que disponía el
copista.26 De esta manera el trabajo se facilitaría considerablemente pero no
implica que el copista no debiera conocer el desarrollo del ejercicio para
realizarlo correctamente. Una de las ventajas principales del traslado de
distancias desde otro manuscrito es el ahorro de construcciones geométricas
auxiliares. Esta similitud de medidas es curiosa porque Felipe Lázaro de Goiti
expone en su portada:
«Sacado aluz, y aumentado por Phi / lipe, Lazaro De Goiti, […]».
CALVO LÓPEZ, «Cerramientos y trazas de montea» de Ginés Martínez de Aranda», Tesis
doctoral, Universidad politécnica de Madrid ETSA, 1999, pp. 127-130. Peter VÖLKLE,
Werkplanung und Steinbearbeitung im Mittelalter, Ulm, Ebner Verlag, 2016, pp. 22-36: Estas
trazas se llevaban a cabo sobre superficies especialmente acondicionadas para ello en el
entorno de la obra o dentro del propio edificio en alguna sala habilitada para ello.
23 VÖLKLE, Werkplanung und Steinbearbeitung im Mittelalter, pp. 8-22. CALVO LÓPEZ,
«Cerramientos y trazas de montea» de Ginés Martínez de Aranda», pp. 117-193.
24 De entre ellas un 39% de las comparaciones hechas tenían exactamente la misma
medida.
25 Dos milímetros es un error considerado como casi nulo cuando se trabaja con el compás
en un caso como este. Paralelamente no existe una medida estándar que se repita a lo largo
de todo el tratado en ninguno de los dos casos. Las medidas son similares de una lámina a
otra cuando contienen ejercicios similares pero por lo general no se repiten.
26 Este aspecto abre varias hipótesis como la de que ambas copias pudieran haber sido
realizadas a partir del original de Vandelvira. De no ser así entonces el asunto es aún más
interesante porque implicaría la existencia de copias anteriores basadas también en el
traslado de medidas desde el original. La copia de Sombigo no puede ser copia de la de
Goiti ya que incluye más ejercicios.
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Tal afirmación, por lo tanto, no haría referencia al tamaño de los dibujos
como podría entenderse en un primer momento. A manera de hipótesis
quizás se refiriera al formato del papel ya que las medidas de su volumen (42,2
x 29,3 cm) son más amplias que las del de Sombigo (35,5 x 24 cm).27 También
cabe la posibilidad de que el «aumento» haga referencia a la introducción de
nuevos contenidos añadidos al originario tratado de Vandelvira. Sin embargo
esta suposición tampoco sería del todo correcta teniendo en cuenta que Goiti
eliminó un gran número de ejercicios de la sucesión didáctica.
Sin entrar en más detalles sobre otros aspectos entorno a la traza, se
quieren enfatizar por último los niveles extremos a los que llegó la economía
de la traza. Mientras que para Sombigo la discontinuidad de las líneas sólo
aparece al pasar el dibujo a tinta, para Goiti las líneas discontinuas ya lo son en
su estado como línea ciega. Este aspecto demuestra de nuevo como Goiti
pretende esconder a toda costa el trazado inicial del ejercicio.
El pasado a tinta y la corrección de errores
Una vez que los dibujos habían sido trazados y rasgados con la punta seca
sobre el papel venía la complicación más grande a la que se enfrentaba el
copista: pasar a tinta los dibujos para darles un carácter definitivo y visible.
La geometría requiere de gran precisión y por ello no podía ser trazada
nunca a mano.28 Como consecuencia el tracista debía dominar el uso del
tirador combinado con el compás y la regla. En este proceso el riesgo de
cometer errores es muy elevado y su corrección de forma disimulada es
complicada.
Sombigo suele optar por el raspado para borrar las líneas equivocadas
pero esta solución no es tan ideal como parece inicialmente. El papel se
debilita considerablemente y como consecuencia las líneas posteriores trazadas
sobre esa zona son poco uniformes.
Goiti, sin embargo, opta en la mayoría de las ocasiones por resaltar el
error cometido tachando las líneas «que no sirven». (Fig. 4). A ello se refiere
Goiti más concretamente en una nota escrita en el ejercicio de la «pechina
carpanel» (p. 3) donde se ha añadido la explicación de la corrección:
«Las dos líneas taçhadas no sirben, que se pasaron por hierro, y por
eso se borraron»29
Esta otra de las razones por la que la copia del primero trasmite más orden, espacialidad
y claridad que la del segundo.
28 Puntualmente ambos tracistas recurren a este truco a lo largo del manuscrito para curvas
de poca importancia.
29 Otras aclaraciones similares se encuentran en las páginas: 16, 24, 36, 59, 87 y 89.
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Conclusión
La mezcla entre texto y dibujo geométrico requiere de cierta
interdisciplinaridad tanto para ser redactados inicialmente como para ser
leídos y de nuevo copiados. Los aspectos comentados en esta comunicación
permiten comenzar a valorar en profundidad algunas de las peculiaridades que
presentan estos manuscritos.
Cuando se observan ambos ejemplares saltan a la vista diferencias a pesar
de su semejanza. El análisis del pautado o de la colación ha permitido mostrar
en profundidad algunas de las razones por las que la copia de Goiti parece
mucho más ordenada que la de Sombigo. Estos aspectos permiten mostrar
una manera de trabajar, en lo que respecta la presentación, más concienzuda
por parte del primer copista. Igualmente también pueden dar pistas al
investigador para entender los fines con los que cada copista pudo haber
realizado su trabajo.
Otros aspectos elementales como la comparación de medidas o la
corrección de errores han permitido valorar brevemente los recursos de los
que disponían ambos copistas. La traza tiene unas normas de procedimiento
generales pero a veces se puede dar solución a un mismo problema de forma
diferente. La comprensión de todas estas características podría ayudar a
valorar estos tratados también en un ámbito artístico y hacerlos más atractivos
para todo tipo de lectores.
Agradecimientos
Especial agradecimiento por su apoyo y consejo a Mª José Rucio
Zamorano, Jefa de Servicio de Manuscritos e Incunables de la Biblioteca
Nacional de Madrid, a J. Carlos Palacios por la organización de mi visita a la
ETSAM y al personal su biblioteca destacando a la directora Blanca Ruilope, a
Felisa Martínez Casanueva, jefa de sección del fondo antiguo y a Margarita
Suárez Menéndez.
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María Aranda Alonso
Figuras
Fig. 1. «Capillas perlongadas por hiladas cuadradas». Sacristía de la Sacra capilla del Salvador. Úbeda.
Andrés de Vandelvira. 1540.
Fig. 2. «Capilla perlongada escarzana por hiladas
cuadradas», p. 159, copia F. L. Goiti, 1646,
Biblioteca Nacional.
Fig. 3. «Capilla perlongada escarzana por hiladas
cuadradas», fol. 93v., copia B. Sombigo, ca. 1671?,
Biblioteca ETSAM.
Titivillus, ISSN 2387-0915, ISSN-e 2603-9966, 4 (2018), pp. 139-151
Las copias manuscritas del «Libro de traças de cortes de piedras»…
Fig. 4. «Tronera en viaje », p. 66, copia F. L. Goiti,
1646, Biblioteca Nacional.
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Fig. 5. «Tronera en viaje », fol. 37r., copia B.
Sombigo, ca. 1671?, Biblioteca ETSAM.
Titivillus, ISSN 2387-0915, ISSN-e 2603-9966, 4 (2018), pp. 139-151