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Brindar apoyo a las personas víctimas de abuso

Actualización: 11 de junio de 2020

La violencia es un problema de salud pública grave. Esto afecta a las personas en todas las etapas de la vida, desde los bebés hasta las personas mayores. Muchas personas víctimas de la violencia sobreviven, pero les quedan secuelas físicas, mentales y emocionales a largo plazo.

Algunas de las medidas de salud pública para reducir la propagación de COVID-19 incluyen evitar las reuniones numerosas o de grupos reducidos en lugares privados y espacios públicos, trabajar a distancia y cerrar las escuelas. Si bien estas medidas son fundamentales para desacelerar la propagación del COVID-19, es posible que generen un aumento en los casos de violencia y suicidio debido a:

  • Aislamiento social o falta de apoyo social
  • Problemas financieros y emocionales y estrés físico
  • Falta de tiempo a solas o falta de espacio físico y mental
  • Falta de cuidados infantiles
  • Falta de trabajo o ingresos
  • Depresión o ansiedad
  • Abuso de sustancias
  • Acceso limitado a servicios y apoyo de salud mental y consumo de sustancias

Además, las medidas de distanciamiento social llevan a permanecer más tiempo en casa o en el mismo espacio que el abusador, lo que aumenta el riesgo de abuso. Esto puede incluir el abuso de menores y negligencia, violencia conyugal y abuso de ancianos. Es posible que a las víctimas de violencia les resulte difícil recibir ayuda debido al contacto social limitado con el exterior o a la dificultad para recurrir a servicios o refugios para víctimas. La pandemia del COVID-19 también puede afectar a las víctimas de violencia de las siguientes maneras:

  • Los abusadores pueden aislar aún más a las víctimas de violencia y controlarlas.
  • Los abusadores pueden compartir información errónea acerca de la pandemia para controlar a las víctimas o atemorizarlas e impedir que busquen tratamiento médico, si llegaran a necesitarlo.
  • Los programas al servicio de las víctimas, como los refugios y centros de consejería terapéutica, pueden estar completos o imposibilitados para asistir a las víctimas. Es probable que las víctimas no quieran ingresar a los refugios por temor a la exposición al COVID-19.
  • Las restricciones de viajes pueden impactar en el plan de seguridad o escape de la víctima.

Si usted o un ser querido es víctima de violencia, aquí tiene algunas sugerencia que podrían servir de ayuda:

  • Cree un plan de seguridad que incluya opciones para mantenerse a salvo mientras está en esta situación, para planificar la salida o para el momento posterior a la salida.
  • Recurra al autocuidado todo lo posible.
  • Si es seguro, busque ayuda y trate de mantener el contacto social a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos y plataformas de medios sociales.
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Es posible que se sienta más estresado durante esta pandemia. El temor y la ansiedad pueden ser abrumadores y provocar emociones fuertes.

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Esta página fue revisada el 11 de junio del 2020