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Dejar de fumar en alcohólicos en recuperación

Dejar de fumar es difícil para cualquiera. Sin embargo, para las personas que se están recuperando del abuso del alcohol, es un desafío aún mayor. Los fumadores que se recuperan del abuso del alcohol pueden ser más adictos a la nicotina. Como resultado, a menudo fuman más cigarrillos.

El camino hacia una mejor salud

Fumar y beber a menudo van juntos. Sin embargo, los fumadores que se están recuperando del abuso del alcohol pueden dejar de fumar sin volver a beber. Si bien fumar puede llevar a un deseo más fuerte de alcohol, usted tiene más posibilidades de mantenerse sobrio si deja de fumar durante o inmediatamente después del tratamiento del alcoholismo.

Usted puede ser más adicto a la nicotina que otros fumadores. Sin embargo, muy pocas personas tienen éxito la primera vez que intentan dejar de fumar. Parte del problema puede ser que intentó dejar de fumar por su cuenta. Muchos recursos pueden ayudarlo a dejar de fumar. Puede obtener apoyo de amigos, familiares, grupos de apoyo para dejar de fumar, organizaciones de salud sin fines de lucro y más.

El recurso más importante para ayudarlo a dejar de fumar es su médico. La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (AAFP, por sus siglas en inglés) recomienda que todos sus médicos pregunten a los adultos sobre el consumo de tabaco. Deben recomendar a los pacientes que dejen de consumir tabaco, proporcionar intervenciones conductuales y medicamentos aprobados por la  Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos para ayudar a dejar de fumar a adultos que consumen tabaco.

Además, la AAFP recomienda que los adultos de 18 años o más se sometan a exámenes de detección de abuso de alcohol. También, la AAFP recomienda que los médicos brinden a las personas que beben de forma riesgosa o peligrosa breves intervenciones de asesoramiento conductual para reducir el consumo indebido de alcohol.

Cuando deja de fumar, puede experimentar síntomas de abstinencia como irritabilidad, nerviosismo, dificultad para concentrarse y estreñimiento. La asesoría psicológica, los medicamentos o ambos pueden ayudarlo a manejar los síntomas de abstinencia. Pregúntele a su médico qué tratamiento es el adecuado para usted.

Si cree que no podrá dejar de fumar, no se rinda. Hay muchas posibilidades de que se sienta así cuando trabaja para recuperarse del abuso del alcohol. Sentirse impotente y admitir que necesita ayuda es el primer paso para eliminar su adicción al tabaco. Es necesario que aborde la cuestión de dejar de fumar de la misma manera en que lo hizo al dejar de beber, un paso a la vez. ¿Qué le dio la fuerza y el coraje para dejar de beber? Las mismas herramientas, como el tratamiento, la terapia, el apoyo grupal, la espiritualidad, los amigos y la familia, pueden ayudarlo a dejar de fumar.

Los consejos para ayudarlo a dejar de fumar incluyen:

  • Escriba lo que le gusta de fumar y lo que no le gusta de dejar de fumar. Luego, escriba lo que no le gusta de fumar y las razones para dejar de hacerlo.
  • Recorte algunos de sus cigarrillos favoritos durante el día.
  • Durante 3 a 5 días, use un cuaderno para llevar un registro de cuándo fuma cada cigarrillo. Además, tenga en cuenta lo que está haciendo y cómo se siente cuando saca un cigarrillo. Busque patrones en su hábito de fumar.

Para hacer frente al deseo y a la abstinencia de la nicotina, intente lo siguiente:

  • Pregúntele a su médico sobre el uso de algún tipo de terapia de reemplazo de nicotina, como un parche de nicotina, chicle de nicotina, inhalador de nicotina, aerosol nasal de nicotina o pastilla de nicotina.
  • Hable con su médico acerca de las terapias con medicamentos y los reemplazos de nicotina para ayudar a reducir sus antojos.
  • Considere comenzar un programa de ejercicios. A menudo, el ejercicio ayuda a reducir los síntomas de abstinencia, y le brinda algo que hacer cuando le da un antojo.
  • Consulte con su médico para averiguar sobre técnicas de respiración profunda, relajación e imágenes que puedan ayudarlo a sobrellevar el estrés y los antojos.

Aspectos a tener en cuenta

Fumar es una adicción. Es tan probable que lo mate como cualquier otra adicción, tal vez incluso más. Las personas que han estado en tratamiento por problemas con el alcohol tienen más probabilidades de morir por enfermedades relacionadas con el tabaco que por problemas relacionados con el alcohol. De hecho, los alcohólicos en recuperación que fuman tienen más probabilidades de contraer enfermedades cardíacas, pulmonares y cáncer de cabeza, boca y garganta. También es probable que mueran antes que otras personas en general.

Estar rodeado de fumadores puede hacer que dejar de fumar sea más difícil. Pero renunciar a cualquier adicción es difícil y requiere que usted tome su propia decisión sobre lo que es mejor para usted y sus seres queridos. Pídales a familiares y amigos que no fumen cerca de usted. Esto les da la oportunidad de ser solidarios. Al principio, puede ayudar mantenerse alejado de otros fumadores.

Su cuerpo es adicto a la nicotina, por lo que se siente mejor con la droga que sin ella. Si está bajo mucho estrés, tal vez en otro momento sería mejor dejar de fumar. Pero recuerde: siempre estará bajo algún tipo de estrés. Esperar a estar libre de estrés antes de dejar de fumar puede ser una excusa para evitar enfrentar su adicción a la nicotina.

La mayoría de las personas aumentan de 5 a 10 libras cuando dejan de fumar. Este es un riesgo para la salud mucho menor que el fumar. Hacer ejercicio con regularidad y comer alimentos bajos en grasa puede ayudarlo a evitar que aumente demasiado de peso.

Para prevenir una recaída, intente lo siguiente:

  • Evite hacer aquellas cosas que provocan sus antojos por un cigarrillo. Revise su cuaderno para detectar estos disparadores. Por ejemplo, si siempre fuma con su café de la mañana, intente cambiarlo por té.
  • Planee con anticipación y practique cómo manejará las situaciones difíciles. Por ejemplo, piense en los efectos de estar cerca de amigos y familiares que fuman, en el control de situaciones estresantes y en cómo sobrellevar sentimientos negativos como la ira, la tristeza y la ansiedad.
  • Busque opciones para no fumar, como reuniones de grupos libres de tabaco y otros grupos de apoyo. Planee actividades donde sea poco probable fumar, o con familiares y amigos que no fuman. Siéntese en las secciones de no fumadores de los restaurantes.
  • Recuerde que quebrarse y fumar un cigarrillo no significa que usted sea un fracaso o que haya recaído totalmente en el hábito de fumar. En su lugar, «vuelva a la lucha» e inténtelo de nuevo.

Preguntas para hacerle a su médico

  • ¿Qué pasa si lo he intentado todo y todavía no puedo dejar de fumar?
  • Si dejo de fumar, ¿eso me dará ganas de beber?
  • ¿Existe una conexión química entre el alcohol y la nicotina?
  • ¿Puede el olor a humo de otros hacer que quiera beber o fumar?