Varroa destructor est un acarien responsable de la varroase, une maladie parasitaire externe qui attaque les colonies d'abeilles. V. destructor provoque des pertes économiques importantes pour le secteur apicole, car il est très répandu et il a une forte capacité d'adaptation aux traitements. Ce parasite affecte à la fois le couvain et les abeilles adultes. Il affaiblit les abeilles adultes en suçant leur hémolymphe et en conséquence elles deviennent plus susceptibles à d'autres maladies, en particulier les pathologies virales. Les premières à souffrir sont les colonies plus fortes avec plus de couvain où l'acarien se reproduit.

La loque americana es una enfermedad bacteriana de las abejas que afecta a la cría. Es considerada la enfermedad de las abejas más extendida y destructiva y puede causar graves pérdidas económicas a la apicultura. El término "americana" no se refiere al hecho de que la enfermedad fue importada de los Estados Unidos de América, más bien porque fue estudiada e identificada en este país. Esta práctica describe las causas y los síntomas de la loque americana, cómo se propaga y como enfrentar y prevenir esta enfermedad.

Las abejas son susceptibles a diversas enfermedades, algunas de las cuales son muy contagiosas y difusivas. Es muy importante que el apicultor sea capaz de reconocer los primeros signos de la enfermedad o infestación en las colmenas y sepa cómo proceder. Esta práctica describe los factores que desempeñan un papel importante en el estallido de una enfermedad y describe la clasificación de las enfermedades de las abejas.

La nosemosis es una enfermedad de las abejas adultas causada por hongos unicelulares pertenecientes a la Clase: Microsporidia, Familia: Nosimatidi, Género: Nosema. Existen dos subespecies diferentes de Nosema que afectan a Apis mellifera con diferente prevalencia dependiendo de la zona: Nosema apis y Nosema ceranae, responsables de dos formas diferentes de la enfermedad. Ambos N. apis y N. ceranae tienen una etapa latente con esporas de larga vida. Las esporas se distinguen apenas morfológicamente entre las dos especies y representan la forma de resistencia y de propagación de la enfermedad (Fig. 1). Las esporas pueden permanecer infecciosas desde unos días hasta cinco años a bajas temperaturas. El calor, así como la radiación solar ultravioleta, pueden matarlas en pocas horas. Esta práctica describe cómo reconocer las dos formas de la enfermedad causada por estos tipos de patógenos.