“En mi vida, esta fue la primera vez que tuve una oportunidad real de escoger (dónde vivir)”, dijo Ken Dancyger sobre su decisión y la de su esposa de vivir en los Estados Unidos. Dancyger es uno de los nuevos ciudadanos estadounidenses. La historia de su vida también simboliza la esperanza estadounidense.
Nacido en Bergen-Belsen
Durante la Segunda Guerra Mundial en 1942, los judíos fueron enviados desde los barrios en Polonia hacia campos de concentración o a campos de trabajos forzados. Los padres de Dancyger eran los más jóvenes en sus respectivas familias y los enviaron a una fábrica de municiones en Skarżysko-Kamienna. Allí se conocieron.
Jack, el padre de Dancyger, se ofreció como voluntario para trabajar como barbero en un baño de vapor alemán, aun cuando no tenía experiencia como tal. Ello le permitió obtener raciones de comida adicionales, las que compartía con Mania, la madre de Dancynger. Las personas esperaban morir, por lo que mantenerse juntos era importante. Un año más tarde los casó un rabino en el campo de campo de concentración. “Las personas se estaban juntando todo el tiempo por sentirse acompañados y consolarse”, dijo Dancyger.
Un año más tarde, los padres de Dancyger fueron llevados a otro campo de trabajo forzado en Polonia, llamado Częstochowa. En esos campos, cada 7 de diez personas morían. “Los porcentajes no estaban de su lado”, dijo Dancyger. “Creo que el que mi padre dijera que era un barbero fue la causa de que sobrevivieran”.
Seis meses más tarde, los padres de Dancynger fueron transportados a diferentes campos de concentración por separado en Alemania. Su padre fue a Buchenwald y su madre al campo Bergen-Belsen, localizado a 40 millas al norte de Hanover. Dancyger nació el 8 de marzo de 1945. El campo estaba asediado por enfermedades, incluyendo el tifus. Cerca de 18,500 personas murieron allí solamente, incluyendo Anna Frank.
Sobreviviendo lo imposible
“Probablemente mi madre recibía comida de otros prisioneros de los cuarteles. Pienso que los guardias alemanes se hacían de la vista larga, ya que los embarazos y los nacimientos no eran tolerados en los campos de concentración. Mataban los bebés y muchas veces a la madre también. Pienso que mi madre y yo sobrevivimos debido al caos y a la culminación de la guerra, y también a un poco de suerte”, dijo.
El 15 de abril de 1945, cuando Dancyger tenía cinco semanas de edad, el campamento fue liberado por los británicos. En los meses siguientes, 10,000 personas adicionales murieron debido a que las enfermedades eran incontrolables. Los sobrevivientes fueron llevados a cuarteles militares alemanes localizados a una milla de distancia y el campamento fue quemado como método para controlar las enfermedades. Dancyger y su madre vivieron en los cuarteles durante tres años siguientes y fue allí donde su padre se reunió con ellos.
Dancyger da el crédito de su sobrevivencia a la juventud y fuerza de su madre y a las enfermeras, doctores y otros en los cuarteles que los protegieron. “Fuimos afortunados”, comentó.
Encontrando una nueva casa
Después de la Guerra, muchos judíos polacos trataron de regresar a Polonia, donde fueron asesinados porque los polacos temían que los judíos trataran de reclamar sus propiedades, así que el padre de Dancyger no consideró esa opción. En 1948, países como los Estados Unidos, Canadá y Australia comenzaron a aceptar refugiados judíos. Dancyger y sus padres se mudaron a Toronto, Canadá, a vivir con el tío de su madre, quien había abandonado Polonia en la década de 1920. Él era su único familiar sobreviviente.
Dancyger creció en Canadá, pero fascinado con los Estados Unidos. En la escuela, durante los recesos, iba a la biblioteca a leer todo lo que podía acerca de cinematografía americana, cultura, historia y política. Durante su primer año en la universidad, tuvo una cita a ciegas con una estudiante de cuarto año de escuela superior, Ida Flint. Ella acababa de regresar de visitar un familiar en la ciudad de Nueva York. Dancyger no tenía experiencia con los Estados Unidos, pero como podía discutir la vida americana, especialmente las artes y la cultura, pudo conquistar a la chica. Ida y Dancyger se casaron más tarde.
Dancyger asistió a la Universidad de Boston de 1968 al 1971, donde obtuvo un grado graduado en cinematografía. Aunque no era americano, siempre abogaba por los cinematógrafos y la cultura de América. Según dijo, “Había una esperanza y una energía en las películas americanas que me parecía profundamente atrayente y significativa. El Holocausto no es una experiencia que general esperanza, pero mi padre siempre la tuvo. Por eso puso un pie adelante y dijo ‘Me ofrezco como voluntario para ser barbero’. Había algo acerca de ser emprendedor y tener esperanzas que yo identificaba con America”.
Dancyger y su esposa regresaron a Canadá para comenzar sus carreras y familia. Entonces en el 1991, Dancyger recibió un ofrecimiento para ser el Decano de Estudios y más tarde director del Departamento de Cinematografía en la Universidad de Nueva York, por lo que él y su esposa decidieron regresar a la ciudad. Sus dos hijas, Erica y Emily también se trasladaron a Nueva York en el 200 y el 2001 respectivamente, y ambas se casaron con americanos en el 2003 y vivieron a tres millas de sus padres.
Las cosas fueron cayendo en su lugar en EE.UU. “Nos hizo mucho sentido estar aquí”, dijo Dancyger.
Una solicitud marca el camino al pasado
Dancyger y su esposa solicitaron Tarjetas Verdes en el 2006, pero no tenían documentos de nacimiento. De hecho, los padres de Dancyger no le habían hablado mucho de su niñez. Su esposa entró a la internet ye hizo contacto con personas en el Museo y Archivo Bergen-Belsen. Ellos generaron una lista de sobrevivientes de septiembre de 1945, que incluyó los padres de Dancyger. Esa fue la primera vez que él vio esa lista, y ese era sólo el principio. Entonces sintió la obligación de explorar el pasado, presente y futuro. “Siempre había el deseo de buscar familiares que pensamos que habían muerto”, dijo.
Con el internet y una mayor accesibilidad de datos, comenzó a encontrar más. Más tarde en el 2012, cuando los Dancyger tenían ya sus Tarjetas Verdes y estaban inmersos en el proceso de ciudadanía, conocieron oficiales del Museo Memorial del Holocausto de Estados Unidos, lo que los llevó a realizar mayores descubrimientos. Aun cuando los alemanes destruyeron expedientes por temor a incriminarse, encontraron una declaración jurada en alemán firmada por una mujer que estuvo presente en el nacimiento de Dancyger.
Un compromiso con el futuro
Cuando Dancyger fue invitado a un servicio de recordación en Bergen-Belsen, también descubrió una visa de salida para él y sus padres cuando salieron hacia Canadá en el 1948.
Dancyger dijo “Una de las cosas que he aprendido en ni búsqueda es que muchas personas en peligro entendieron que tenían la responsabilidad con el futuro de conservar algunos récords. Todo lo que está saliendo a la luz es una validación y un tributo a las personas que murieron, así como al futuro. Los sobrevivientes hicieron estas cosas porque significaba algo para ellos”.
Durante el Día de la Ciudadanía el 17 de septiembre de 2013, Ken e Ida Dancyger se convirtieron en ciudadanos de los Estados Unidos en la Biblioteca Pública de Nueva York.
Ken Dacyger se dirije a sus compañeros candidatos a naturalización y a la audiencia en la Biblioteca Pública de Nueva York
Él tuvo el honor de dar el discurso principal. La audiencia se identificó con la historia de su nacimiento, su viaje a América, su amor por las librerías y su proceso en la búsqueda de alternativas para lidiar con los traumas.
Ken Dancyger es el autor de siete libros acerca de cómo contar historias, dirección y cinematografía entre ellos, “Alternative Scriptwriting”, “The Director’s Idea”, “Global Scriptwriting” y “The Technique of Film and Video Editing”. También está considerando hacer una película del 70aniversario de la liberación de Bergen-Belsen, que se celebrará en el año 2015. Se tratará de los sobrevivientes y sus hijos.
Los procesos de Tarjeta Verde y ciudadanía fortalecieron su relación con Bergen-Belsen. Así que ahora, después de decidir convertirse en ciudadanos americanos, Dancyger y su esposa por fin tienen un sentido de pertenencia.
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