Mi querida
Ofelia,
rte,
canal de tv
galogermánico,
presentó
un
excelente
documental
bajo el
título
“Fidel
Castro:
la
infancia
de un
jefe”.
Durante
50
minutos,
utlizando
imágenes
de
archivos
y
entrevistando
a
diversas
personalidades
que
conocieron
y
compartieron
la vida
del
actual
Comandante
en Jefe,
los
cineastas
Daniel
Leconte
e Ibar
Albar,
recorren
la vida
y obra
de
Castro
desde su
nacimiento
en 1926
hasta el
1961.
Hay
que
destacar
las
declaraciones
del
padre
Llorente,
jesuita
que
fuera
confesor
del
niño; en
el
reputado
Colegio
de Belén
de San
Cristóbal
de La
Habana:
“Al ser
hijo
ilegítimo,
Fidel
tenía
que
realizar
acciones
espectaculares,
de forma
patológica,
para
poder
brillar”.
Los
televidentes
galos
decubren
muchas
cosas
sobre la
personalidad
del
Líder
Máximo:
como
nació de
una
relación
entre
Angel
Castro y
una
criada.
Como al
regresar
la
esposa
de
Angel,
fue
expulsado
de la
finca de
Birán,
hacia
Santiago
de Cuba,
junto a
su
hermana
y su
hermano,
cuando
él sólo
contaba
cuatro
años y
medio.
Angel
Castro
gobernaba
su finca
de once
mil
hectáreas,
donde
trabajaban
en
pésimas
condiciones
humanas
un
centenar
de
haitianos.
Allí
todo le
pertenecía:
la
bodega,
el
caserío,
el tren,
etc.
Llorente
nos
cuenta
como él
fue
enviado
a la
Sierra
Maestra
por el
Vaticano,
para
saber si
la
revolución
que
organizaba
Castro
era
nacionalista
o
comunista.
Pero
allí se
encontró
que la
tropa
estaba
compuesta
sólo por
28
alzados.
Ante su
asombro,
Castro
le dijo:
“Padre,
lo
importante
no es
que mi
tropa
sea
potente,
sino que
la gente
lo
crea”.
Enrique
Ovares,
excompañero
desde la
Escuela
de
Belén,
cuenta
una
serie de
anécdotas
sobre el
carácter
de
Castro,
de su
etapa
gangsteril
en la
Universidad
de La
Habana,
su paso
por el
Partido
Ortodoxo
y su
participación
en el
célebre
Bogotazo.
“No
parecía
cubano,
no tenía
sentido
del
humor,
no
sonreía,
no
bailaba”,
declara
sobre
Castro.
Fulgencio
Batista hizo un
regalo
de bodas
a Castro
y Mirta
Díaz
Balart,
de mil
dólares.
Después
se
entrevistó
con
Castro y
le
prometió
convertirlo
en
Ministro
de
Justicia-antes
de dar
el golpe
de
estado-,
pero
Castro
no
aceptó.
Estas
anécdotas
aparecen
acompañadas
de
imágenes
de
aquella
época.
Luis
Conte
Agüero y
Carlos
Franqui,
ayudan a
conocer
la
personalidad
del
líder
cubano.
Descubrimos
las
cartas
escritas
desde la
Cárcel
Modelo
de Isla
de
Pinos,
donde
Castro
tenía
radio y
podía
leer
todo
tipo de
prensa y
de
libros.
En una
misiva
le
escribe
a su
amante
Naty
Revuelta,
a
propósito
del
comunismo
y el
leninismo
y agrega
:“me
siento
como en
la
playa”.
Al
ver
Franqui
al Dr.
Ernesto
Guevara
de la
Serna
leer un
libro a
la
gloria
de
Estalin,
lo
interpela,
y éste
responde:
“Soy estalinista,
y lo que
dijo
Kruchev
no son
más que
mentiras
imperialistas”.
Castro
declaró
a
Franqui:
“en una
revolución
más vale
un solo
jefe
malo que
muchos
buenos”.
Agustín
País,
hermano
de
Frank,
relata
con lujo
de
detalles,
las
relaciones
entre su
hermano
y
Castro,
el
egocentrismo
de éste
último y
la
molestia
que le
provocó
el
debate
entre
las
definiciones
de líder
o
caudillo
y la
jefatura
de
Santiago
, cuando
Frank
reorganizó
el
M-26-7
sin
tener en
cuenta a
Castro.
Desde la
Sierra
Maestra
Castro
declaró
en un
arrebato
místico:
“Somos
doce más
uno,
como los
apóstoles.”
Benigno
cuenta
las
anécdotas
sobre
Castro
desde
que él
se
incorporó
a la
Sierra a
los 17
años y
explica,
al igual
que
Alfredo
Afaya y
Manuel
Ray ,
cómo
funcionaba
el
gobierno
oculto
compuesto
por los
comunistas,
desde
enero de
1959.
Los
franceses,
gracias
a este
documental,
pudieron
ver y
escuchar
las
explicaciones
de Huber
Matos y
Carlos
Franqui,
sobre el
Dr.
Fidel
Castro,
sus
mentiras,sus
contradicciones,
su ansia
de poder
absoluto,
etc.
Se
ven
imágenes
de
calidad
sobre la
entrada
de Matos
a
Santiago,
del Ché
a Santa
Clara,
de
Camilo a
La
Habana y sobre
todo de
un
Castro-al
fin
eufórico-
entrando
sobre un
tanque
por el
Malecón
de La
Habana.
La
eliminación
de
Camilo
Cienfuegos,
la
represión
desatada
por Raúl
y el
Ché:
juicios
sumarios,
ejecuciones,
eliminación
de todas
las
figuras
de
importancia
de la
sociedad
cubana,
etc.,
son muy
bien
explicadas
por los
que
vivieron
la
revolución
en
primera
fila y
que
lograron
abandonar
el país.
La
paloma blanca
en
Columbia
sobre
los
hombros
de
Castro
–dirigida
por un
experto
colombófilo-
para el
pueblo:
¿era un
símbolo
de paz o
el
Espíritu
Santo
qué
descendía
sobre
Fidel?
Washington,
15 de
abril de
1959:
“La
revolución
es más
verde
que las
palmas...
yo sé
que
ustedes
están
inquietos
porque
piensan
que
somos
comunistas,
pero les
digo
claramente,
no somos
comunistas...
en Cuba
no hay
amenazas
comunistas”,
declaraba
Castro
en
inglés,
en una
conferencia
de
prensa.
Es
muy
interesante
la
entrevista
dada por
Castro
en su
suite
del
Hotel
Havana
Hilton,
a un
periodista
americano
impecablemente
vestido
con
traje y
corbata,
mientras
el Líder
Máximo y
su hijo
Fidelito
están en
pijamas.
Ante una
mirada
de
cariño
enternecedora,
Fidelito
muestra
al
periodista
el álbum
de
cartas
que le
enviaron
sus
compañeros
de clase
de la
escuela
primaria
del
barrio
The
Queens,
a la que
había
asistido,
mientras
su padre
estaba
en la
Sierra
Maestra.
En todo
momento
el niño
y su
padre
hablan
en
inglés.
La
toma del poder
por el
gobierno
comunista
oculto y
la
manipulación
del
pueblo,
las
masas
campesinas
machete
en mano,
las
mentiras,
la
eliminación
de los
adversarios,
son muy
bien
mostradas.
Matos
cuenta
la
conversación
telefónica
entre
Castro y
Camilo
Cienfuegos,
cuando
ante la
incomprensión
de éste
último,
Fidel le
grita :
“hijo de
puta”.
Al mismo
tiempo
acusa a
Matos de
ser :
“canalla,
traidor
y amigo
de
Trujillo”.
Franqui
narra
como
después
de la
muerte
de
Camilo,
su tropa
fue
enviada
a
“liberar”
a la
República
Dominicana,
osea, a
una
muerte
segura.
Sus
oficiales
de la
Sierra
pasaron
a ocupar
puestos
de
segunda
categoría.
¡El
único
que se
salvó en
aquel
momento
fue ...
Arnaldo
Ochoa!
El 11
de mayo
de 1961
Castro
preguntó
a las
masas
revolucionarias
enardecidas
:
¿Elecciones
para
qué?
El 12
de
diciembre
de 1961
declaró
: “Soy
marxista
leninista
y lo
seré
hasta el
último
día de
mi vida”.
En
enero de
1962,
nació en
nuevo
Partido
Comunista
de Cuba.
El 11
de junio
del 1959
Raúl
Castro
había
dicho a
Hubert
Matos
que para
resolver
el
problema
de la
revolución
: ¡hacía
falta
una
Noche de
San
Bartolomeo!
Con
estas
fechas
termina
el
documental
de Arte,
cuyo
título
no me
parece
el mejor
, pues
aunque
explica
como
Fidel
Castro
cubano
tuvo que
esperar
hasta
los 17
años
para ser
reconocido
por
Angel
Castro y
éso,
según el
padre
Llorente,
era una
terrible
mancha
en la
sociedad
cubana;
el
documental
no se
limita a
la niñez
de
Castro,
sino que
llega
hasta el
1961cuando
ya el
Comandante
en Jefe
tenía 35
años. En
todo
caso, la
megalomanía
y el
egocentrismo
de
Castro,
así como
la
eliminación
de todos
los que
se le
opusieron,
está muy
bien
presentada.
Lo
ideal
sería un
segundo
documental
sobre la
evolución
del
Máximo
Líder de
la
Revolución
de 1961
a
nuestros
días.
Y así
van las
cosas
por
estos
lares.
Félix José