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Encendió la rivalidad Athletic-Barça

Maradona y Schuster sufrieron lesiones por parte de Goikoetxea Getty Images

BARCELONA -- Aquella noche del 24 de septiembre de 1983, en la que Goikoetxea fracturó a Maradona en el Camp Nou, fue probablemente una de las más polémicas en la historia contemporanea del futbol español. "¿Debe morir alguien en un campo para que se tomen medidas?", exclamó el entonces entrenador barcelonista César Luis Menotti. "Tenemos que luchar contra el terrorismo en el futbol", clamó el presidente del club catalán, Josep Lluís Núñez.

Todo ello mientras el argentino era trasladado de urgencia al hospital para ser operado de la fractura. Llorando a Migueli: "Me rompió, Migueli, me rompió...", fue el grito desgarrador con que Maradona se despidió aquella noche.

Ganaba ya el Barça por 2-0 en una jornada plácida y calurosa. En plenas fiestas patronales de Barcelona y con un Camp Nou en efervescencia con los goles iniciales de Perico Alonso (padre del hoy madridista Xabi Alonso) y Julio Alberto en la primera mitad.

Las diabluras del '10', la dirección de Schuster y las internadas de Carrasco o Marcos tenían al Athletic de Javier Clemente (cuya portería defendía Andoni Zubizarreta) contra las cuerdas, hasta que a los 58 minutos de partido Goikoetxea, quien 21 meses antes ya había lesionado de gravedad a Schuster, decidió acabar con la algarabía con su brutal entrada.

Un silencio sepulcral se apoderó del Camp Nou en aquel momento. No hubo apenas protestas ni gritos de desaprobación. La imagen de Diego revolviéndose de dolor en el suelo, con la mano acariciando el tobillo, pareció detener el tiempo. Salió en camilla y no regresó hasta el 8 de enero de 1984.

Mientras Maradona era intervenido en la clínica Asepeyo, el autobús del Athletic era apedreado a su salida del Camp Nou y la policía tuvo que proteger su hotel de concentración. La frase "estoy orgulloso de mis jugadores" proclamada por Clemente al acabar el choque fue el detonante final de la noche.

"A lo mejor dentro de cinco días Maradona no está tan grave", ironizó el entrenador vasco, restando trascendencia a un hecho que con el paso de las horas le desmintió.

El central del Athletic fue castigado con 18 partidos de sanción, que tras la apelación presentada por el club vasco se redujo a 10 y terminó siendo de solamente seis, por lo que reapareció el 9 de noviembre de aquel año, dos meses antes de que pudiera hacerlo Maradona.

A partir de aquella noche la relación entre los dos clubes se rompió absolutamente. "Llovía sobre mojado", advirtió años después Víctor Muñoz, testigo de excepción aquella noche y que ya jugaba en el Barça dos temporadas antes, cuando en diciembre de 1981 el mismo Goikoetxea le rompió la pierna a Schuster en San Mamés.